Antiguamente, la elección del ramo quedaba en manos del novio, que se lo entregaba al padrino de la boda para que esa misma noche él fuera el encargado de dárselo antes de la ceremonia.
Actualmente, el ramo lo compra la novia según sus gustos y costumbres. Esta elección depende de cómo sea la novia (estatura, el color de sus ojos, del pelo, clásica, moderna) y la boda: tradicional o moderna.
Si van a contratar diferentes florista, es conveniente arreglar un color o un tipo de flor en común entre los distintos ramos (de la iglesia, del salón y los de la novia).
Hay varias costumbres con respecto al ramo de la novia:
a) Se puede tirar al final de la fiesta a todas las invitadas solteras. La que lo agarre, será la próxima en casarse.
b) La novia puede dárselo a alguna persona muy especial.
c) Y porqué no, ambas cosas.
Fuente
Actualmente, el ramo lo compra la novia según sus gustos y costumbres. Esta elección depende de cómo sea la novia (estatura, el color de sus ojos, del pelo, clásica, moderna) y la boda: tradicional o moderna.
Si van a contratar diferentes florista, es conveniente arreglar un color o un tipo de flor en común entre los distintos ramos (de la iglesia, del salón y los de la novia).
Hay varias costumbres con respecto al ramo de la novia:
a) Se puede tirar al final de la fiesta a todas las invitadas solteras. La que lo agarre, será la próxima en casarse.
b) La novia puede dárselo a alguna persona muy especial.
c) Y porqué no, ambas cosas.
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